Pero sí tengo en mis manos el futuro. Depende de mí que quiera vivir, estar llena de vitalidad y poder superar cualquier obstáculo. En mí está la fuerza de voluntad que necesito para no volver a caer en ese juego tan sucio y con tantas consecuencias negativas que perjudican a los de mi alrededor y, sobretodo, a mí.
Yo soy mi vida y lo que que quiero llegar a ser un día. Nadie va a mejorar por mí.
Ya me estoy perdiendo bastantes cosas en estos 39 días y no quiero volver a dejar pasar momentos que podrían ser perfectos para mí y para mi edad.
Estoy decidida a recuperarme. A ponerme en pie y gritarle al mundo que vuelvo a ser feliz.
Estoy decidida a volver a ser yo.